jueves, julio 30, 2009

ZEN en el arte de escribir

Hace tiempo leí un libro extraordinario de Ray Bradbury, "Zen en el Arte de Escribir". Utilizó la palabra ZEN para el título aprovechando una moda que existía en ese tiempo por el arte ZEN.

En esta obra, Bradbury se refiere a la actitud que debería tener un escritor ante su labor creativa, la de escribir, sin embargo, esa actitud es aplicable a todo trabajo creativo y tal vez también al no tan creativo.

Bradbury menciona que “si uno escribe sin entusiasmo, sin amor, sin divertirse, únicamente se es escritor a medias. habla de aquellos escritores que tienen un ojo tan ocupado en el mercado comercial o una oreja tan puesta en los círculos de vanguardia, que no están siendo auténticos y reaccionan de acuerdo a lo que los demás les dictan”; exactamente lo mismo sucede con la fotografía y considero que con todas las artes.

Saúl Serrano en alguna ocasión comentaba, que la inspiración divina no existe, que la obra creativa es resultado del trabajo constante y sistemático, la gota que perfora la piedra.

Lo que se hace se debe hacer con fuerza para no detenerse en el camino creativo a pesar a veces de uno mismo; con pasión para sacar de lo más profundo de nuestro ser todas sus furias, sus alegrías, sus tristezas, sus enojos, en fin sus sentimientos y enfrentarlos de manera creativa; y por último, hacer las cosas con belleza, como artistas el compromiso estético es parte del proceso creativo de la obra.

Si en nuestra sociedad se promoviera más la creación o si nosotros mismos dedicáramos más tiempo a actividades creativas, tendríamos una sociedad compuesta por individuos mentalmente más sanos y por consiguiente más felices.